Cuentan que en pleno invierno, cuando la lluvia y el
viento parecen danzar dominando el paisaje y la oscuridad empieza
a caer, recorre los caminos una mujer que llora desconsoladamente.
Los lugareños cuentan que busca a su hijo perdido.
Si alguien se atreve a aventurarse por esos caminos,
ella sale al encuentro y si el aventurero va a caballo se le monta
en anca, sin dejar de llorar. Cuentan que va vestida de negro y que
solo resaltan sus ojos y sus dientes que son blancos.
Cuentan los antiguos lugareños que aparecen en el lado norte, hacia el lugar llamado la "Hacienda" y que luego,
cuando ella pasa cerca de las casas, los perros aúllan lastimeramente
y la gente se asusta mucho.